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Cómo hacer frente a la dieta post-navidad


Fotografía: @pilartardio

Hola. Seguro que cuando has leído el título de este post has pensado "vaya, otro texto más sobre las dietas post-navidad". Pues sí, has acertado: es uno de esos típicos textos que te vas a encontrar tras la navidad sobre alimentación. Pero también es mucho más.


Te pongo en situación: como yo, eres estudiante universitario (o tal vez no) que vives fuera de casa, es decir, sin tus padres. Han acabado las navidades y estás cogiendo un tren, autobús o coche que te llevará de vuelta a la rutina. Llegas a casa y, sin sorprenderte, encuentras que no hay gran cosa en la nevera. Tus padres no te han puesto suficientes tuppers para comer durante la semana, tendrás que hacer la lista de la compra, y no tienes dinero ni ideas. Pues bien, aquí es cuando le echo yo imaginación y te preparo la rutina alimenticia de esta o de una semana cualquiera.

Para los paladares más arriesgados, les recomiendo probar la pasta de lentejas que hace poco sacó Mercadona


Y si ya tienes tu propio planning, puedes dejar de leer este texto, o quizás apuntarte alguna de las ideas que te ofrezco a continuación. ¿Qué te apetece?


Para hacerlo más fácil, vamos a ir por pasos. El primero va a ser elaborar la lista de la compra. Pongamos que nos va a costar todo unos 15/20€, y va a ser para una única persona. Allá vamos:​​​

  • Un bote de garbanzos

  • Bolsa de pimientos con tres colores: rojo, verde y amarillo

  • Un brócoli

  • Una bolsa de borrajas: la verdura, si puede ser de tu zona, mejor.

  • Media docena de huevos ecológicos: aquí es donde te recomiendo que te gastes un poco más de dinero. Quizás tu compra varíe en un euro más, pero así te aseguras que las gallinas que han plantado esos huevos viven en condiciones óptimas.

  • Dos bricks de leche

  • Pan: si eres muy comilón como yo, coge en abundancia. Yo me suelo gastar un poco más de lo normal, ya que compro un pan más especial para los desayunos (integral con semillas o espelta, por ejemplo), y pan "normal" para el resto de comidas. Además, lo compro en una panadería tradicional. Así me aseguro que no como harinas refinadas, azúcares o aceites refinados, y está mucho más rico.

  • Tomates blandos de untar

  • Tomates cherry o de ensalada

  • Un calabacín

  • Una lechuga iceberg

  • Una bolsa de pasta: si quieres una opción más saludable, compra pasta integral. Para los paladares más arriesgados, les recomiendo probar la pasta de lentejas que hace poco sacó Mercadona.

  • 2/3 patatas

  • 1 bandeja de champiñones: en el supermercado Día sueles tenerlos de oferta por 1€

  • Fruta: este alimento es clave para una buena dieta, por eso te recomiendo que consumas abundante durante el desayuno, almuerzo o merienda. No especifico porque sé que cada uno tiene sus gustos, aunque siempre son más baratas las frutas de temporada, y la manzana, por ejemplo, llena mucho.

  • Una bandeja de yogures naturales: la marca blanca de tu supermercado vale, siempre y cuando los yogures contengan buenos ingredientes.

  • Café soluble: sé que el café soluble es el más malo, pero también es el más sencillo de hacer.

  • Una bandeja de pechuga de pollo fileteada o entera.

  • Dos cebollas


Paso 2: una vez tenemos todos los ingredientes, vamos a darles uso.


Para los desayunos: esta es una de las comidas más libres y combinables con la lista de ingredientes anterior (y en general), aunque te propongo un par de recetas que podrás hacer muy fácilmente:


  1. Media taza de café soluble con leche, dos tostadas de pan y algo de fruta. En mi caso, al comer un pan tan sabroso, lo único que hago es untar las tostadas con tomate y aceite. El "pan tumaca" de toda la vida. Por eso os recomiendo que compréis un pan de los nombrados anteriormente y así te ahorras el embutido.

  2. Un yogur natural con fruta cortada: mi combinación favorita es una pera, un kiwi y un plátano. Como la fruta es dulce de por sí, no hace falta que añadas azúcar al yogur.


Para los almuerzos: para no llegar con un hambre feroz a la comida, te recomiendo que comas algo a media mañana. Con la lista de ingredientes nombrados lo más sencillo y recomendable es comer algo de fruta.


A las cenas es cuestión de echarles imaginación


Para las comidas: hay que comer de todo, y si a cada una de las comidas les añades verdura, ya lo tienes todo hecho. Ahí van mis proposiciones:


  1. Brócoli-arroz: corta medio brócoli en trozos muy pequeñitos, rehógalo en una olla o sartén con un poquito de aceite a fuego lento (para que no se te queme); añádele un huevo a la plancha y, si te apetece, un poco de cebolla cortada. Sencillísimo y muy fácil.

  2. El otro medio brócoli lo puedes hacer a la olla y añadirle una patata, y así ya tienes la comida de otro día. Si te quedas con hambre, hazte un par de filetes a la plancha de pechuga.

  3. Garbanzos con pisto: corta los tres pimientos (como eres uno, seguro que de todo eso que has cortado te sobra pimiento. Guárdalo en la nevera) y media cebolla; añádelos en la olla con un chorrito de aceite y añade agua. Deja que se hagan las verduras a fuego lento, y cuando les falte muy poco, echa los garbanzos. Deja que se haga todo y, si tienes y te apetece, échale especias. Yo soy amante del pimentón rojo, la pimienta negra y el ajo en polvo. Intuyo que si echas el bote de garbanzos entero, puedes tener comida para dos días mínimo.

  4. Si no has echado todos los garbanzos, puedes hacerlos con borraja. Lo único que tienes que hacer es, primero, cocer un poco de cebolla y borraja con agua, y luego añadir los garbanzos.

  5. Si te apetece comer la borraja sola, puedes hacerla al vapor y añadirle otra patata.

  6. Calabacín con pechuga a la plancha. Hazte tantos trozos como quieras, mientras sea a la plancha. Si quieres darle sabor, puedes añadirle especias a la carne. Es la receta más sencilla que te propongo esta semana.

  7. Si te ha sobrado calabacín y pechuga, puedes hacerte un puré de calabacín y de segundo pechuga a la plancha. Para el puré, tienes que cocer el calabacín y media cebolla. Cuando esté hecho, lo bates todo y listo. Puedes cocer un huevo y así le das un poco más de sabor al puré. De segundo, la pechuga a la plancha.


Para las meriendas: para las meriendas te recomiendo algo ligero, como la fruta o un bol de yogur con esta.


Para las cenas: a las cenas es cuestión de echarles imaginación. Seguramente los días que te hagas verdura con patata te sobrará algo. Puedes comértelo para cenar. Otra de las opciones más sencillas son las tortillas: puedes hacerte un tortilla a la francesa y acompañarla con champiñones a la plancha.


También puedes hacerte una ensalada: esta puede llevar, por ejemplo, tomates cherry, huevo duro, pechuga a la plancha y champiñones. Para darle sabor, puedes añadirles especias y algo de vinagre. El curry queda genial.


Paso 3: y ya estaría.


Por cierto, mi pretensión no es que sigáis este planning al pie de la letra ni me toméis por nutricionista porque no lo soy. Buscad los ingredientes que más os gusten a vosotros (solo diré que si son frutas y verduras mejor) o que se adapten mejor a vuestro bolsillo. Como si queréis saltaros comidas o comer de más. Porque el objetivo no es que viváis amargados, sino que reboséis de felicidad. A mí la comida me hace feliz, y si puedo comerla de una forma saludable y rica, la euforia es aún mayor. Y ese es el mejor consejo que os voy a dar. Adiós.


Editado por: @marttapeiro y @delobera

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